"La planeación aplicada al ahorro es fundamental para contar con finanzas sanas"
El último siglo representó una gran cantidad de cambios dentro de la vida del ser humano, trajo consigo desarrollo como nunca se había visto, conflictos bélicos que cambiaron la historia, desarrollos médicos y científicos que garantizaron una mejor calidad de vida para las personas y un desarrollo social sin precedentes, como la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948. Todo esto se reflejó en distintos hábitos, beneficios, cultura y sobre todo condiciones de trabajo que adquirieron las personas. En estos casos, el entorno laboral presenta diferencias abrumadoras entre algunas generaciones, lo que puede causar problemas a largo plazo para los menos beneficiados por estas leyes.
Como ejemplo y para fines de este artículo tenemos a los Baby Boomers, nacidos entre 1945 y 1964 y a la Generación X quienes nacieron entre 1965 y 1981, quienes en su mayoría forman parte de la llamada Ley del 73, la cual consistía en esquemas de retiro muy beneficiosos para los trabajadores, ya que el pago de las pensiones se mantiene del ahorro de nuevas generaciones y no necesariamente de ahorros del beneficiario. Este esquema ocasionó un colapso económico dentro de los organismos que llegaron a controlarlo, razón por la que, en el año 1997 entró en vigor la Ley del 97, la cual afecta a las generaciones Millenial y Z.
En esta ley, los empleadores no están obligados a aportar en fondos para el retiro de sus trabajadores, establecido en la Ley Federal del Trabajo, situación que deja a los miembros de estas generaciones a la deriva y a cargo de su propio retiro. Así nace el concepto de aportaciones voluntarias. Es importante recalcar que la misma LFT cambió considerablemente los esquemas de contratación, razón que merma los beneficios de empleados y que ha generado una cantidad impresionante de emprendimientos buscando mejores condiciones de ingresos y trabajo.
Sin embargo, no todo está perdido, hoy en día existen Organizaciones Auxiliares de Crédito, que forman parte del Sistema Financiero Mexicano y están reguladas por la SHCP, cuya función es la administración de Afores para el retiro, atendiendo al público como instituciones privadas. El proceso no es complicado, y se presenta a continuación:
Considerando a un egresado universitario que trabaja como FreeLancer y decide iniciar su ahorro para el retiro, con 23 años cumplidos y una edad establecida de retiro de 65 años, nos da un periodo de 42 años para completar su ahorro. Ahora, si planea recibir $20,000.00 pesos mensuales durante veinte años, esto nos da un total de $4,800,00.00 pesos, lo que se traduciría como un ahorro mensual estimado de $9,524.00 pesos mensuales a razón de 504 mensualidades, sin embargo, no es necesario ahorrar esa cantidad de dinero para lograr los montos deseados de retiro. La función de la afore es la de invertir las aportaciones voluntarias de los clientes en acciones, bonos, fibras, forex, etcétera, con el fin de obtener rendimientos considerables, tanto para los ahorradores como para el organismo auxiliar de crédito, es decir para lograr los rendimientos esperados se explica la siguiente tabla:
En el escenario establecido se debe realizar un ahorro anual de $14,703.99 pesos durante 42 años. En la tabla se puede apreciar el esquema por periodo mensual, quincenal y diario. Ahora, dicho cálculo nos arrojaría la cantidad de $617,567.68 pesos, cantidad muy alejada de los $4,800,000.00 pesos deseados, entonces, considerando la tasa más alta de las afores mexicanas, correspondiente al 7.68% anual, tenemos los resultados expresados en la siguiente tabla:
El ahorro bruto que se obtiene por el total de aportaciones de $617,567.67 pesos y el ahorro neto después de los 42 años es de $4,800,00.00 pesos, lo que nos demuestra que, durante ese periodo, se va a lograr un monto de utilidades por $4,182,432.00 pesos, lo que en términos porcentuales se traduce en un rendimiento del 677.24%.
Ahora bien, si esta información se traslada al ecosistema emprendedor, debemos tomar en cuenta que cualquier persona física puede adherirse a una afore por medio de aportaciones voluntarias, la cual, además de los beneficios de ahorro para el futuro, nos presenta la posibilidad de ser deducible al 100% dentro de la declaración anual, siempre y cuando las aportaciones no excedan el equivalente a cinco veces la Unidad de Medida y Actualización vigente (UMA) correspondiente a $158,556.00 anuales. Mientras se mantenga debajo de ese número, se obtiene el beneficio fiscal ya mencionado. Como estrategia financiera, puede resultar en una herramienta interesante, ya que, como personas físicas, se tiene una tasa impositiva del 30% por concepto de Impuesto Sobre la Renta (ISR), entonces al aumentar el gasto del negocio por medio del ahorro voluntario, la base gravable se ve afectada y disminuye la carga fiscal y se obtienen beneficios personales a largo plazo, todo esto sin incurrir en evasión u omisión.
Apegado a la legislación fiscal aplicable, si se decide retirar las aportaciones realizadas y deducidas antes de cumplir los 65 años de edad, se realizará una retención del 20% sobre el total del monto retirado y del 1.45% sobre el capital que generó los intereses, O bien, si se decide retirar las aportaciones no deducibles, se realizará una retención del 1.45% sobre el capital que generó los intereses, tasa aplicable de igual forma si el ahorro se retira después de los 65 años. Aun deducidas fiscalmente aplica la misma tasa. Si se hace un ejercicio de autoexploración, el monto de impuestos pagados al año por concepto de ISR es mayor al del costo que una afore podría tener, por lo que es una opción para considerar en cualquier empresa.
En conclusión, las generaciones menos longevas y que se encuentran económicamente activas en estos momentos, son las más afectadas por las modificaciones a la LFT, sin embargo, hay herramientas que se pueden considerar para hacer frente al futuro y aumentar los beneficios tanto a empleados de manera freelance, como emprendedores que estén interesados en un mejor estilo de vida durante sus años de retiro.
AUTOR:
Mtro. Francisco Gamaliel Espinoza Castro
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