"La innovación tecnológica es un motor de cambio que supone una novedad, una acción continua a lo largo del tiempo y que abarca diferentes campos del desarrollo humano a través de herramientas que permiten resolver problemas y atender necesidades"
Innovación y tecnología son dos palabras fuertes y contundentes cada una por separado, pero al ponerlas juntas tienen el poder de transformar la realidad y generar hitos históricos sin precedentes capaces de redefinir contextos, desarrollar entornos y resolver todo tipo de necesidades en pro de la humanidad.
La innovación tecnológica es un motor de cambio que supone una novedad, una acción continua a lo largo del tiempo y que abarca diferentes campos del desarrollo humano a través de herramientas que permiten resolver problemas y atender necesidades, lo que nos indica que al hablar de tecnología no solo debemos referirnos a ella como software, cables, smartphones o procesadores de datos, sino como cualquier herramienta que permita solucionar necesidades para la vida humana de forma compleja o frugal. Esta afirmación nos demuestra cómo ha sido el comportamiento del ser humano en los últimos 10,000 años, un cúmulo de procesos iterativos, de creación y desarrollo de diversas acciones que han definido el progreso como especie y como sociedad.
Dicho esto, es claro que no podemos entender un futuro como sociedad, especie o incluso planeta sin que estos dos conceptos, innovación y tecnología, puedan interactuar e impacten en los años por venir. Esta década que ha iniciado, los nuevos años 20, nos tiene preparados grandes retos y desafíos, así como oportunidades; algunos se venían anunciado desde años atrás como el cambio climático, la generación de empleo, la implementación de la tecnología 5G, la democratización de la tecnología etc., y otros se presentaron sin previo aviso como la pandemia por COVID-19 que ha dejado en el mundo serias implicaciones tanto sanitarias como a nivel económico.
Todas estas variables se parecen en una cosa, “el factor cambio”; la adaptación a este cambio se vuelve crucial en esta era, lo que llamaremos la nueva normalidad es ya una realidad, el mundo no será el mismo, y esto es algo que a lo largo del tiempo el ser humano ha presenciado, pasando por periodos como la ilustración, la revolución industrial o el fenómeno “.COM” por mencionar algunos. Han sido etapas que han redefinido el mundo y generan nuevas normalidades a partir de estos cambios, nos encontramos ante un hito histórico sin duda alguna y como ha sido costumbre en la humanidad por milenios, solo podremos sortearlo a través de innovación y tecnología.
Es evidente que estas dos palabras, no ocurren de la nada, es decir, son conceptos que surgen ante eventos específicos, tendencias o distintos factores, los cuales deben ser observados, analizados, entendidos y con esta información desarrollar posibles cursos de acción o soluciones que podamos prototipar y validar en el mercado o en la sociedad para hacer los ajustes necesarios. Es aquí donde entran las mega tendencias, las cuales serían escenarios, comportamientos o acciones que comienzan a adquirir un patrón de ocurrencia, se expanden por el entorno y condicionan la manera en que las cosas empezarán a desarrollarse a partir de esto. En otras palabras, nos marcan la línea y el camino hacia dónde innovar, desarrollar estrategias o situar enfoques. En el mundo empresarial se vuelve tarea crucial conocerlas, generar un observatorio de tendencias para estar preparados para moverse en la dirección que los consumidores, la normativa, el ecosistema y los stakeholders o grupos de interés demanden.
A continuación, se mencionan algunas mega tendencias de las cuales no debemos quitar el ojo.
La primera es la que llamamos “el super consumidor”, hoy en día tenemos consumidores más informados, más impacientes, con menos tiempo y cada vez más limitados a comprar bajo formatos de venta físicos. Podemos ver que es un consumidor que compra 24/7 es decir todos los días a todas horas, esto supone que como empresas se tenga que asumir el reto de lograr la “omnicanalidad”, es decir, estar presente para el cliente en todos los canales, o sea, no solo debo conformarme con venta en espacio físico, debo migrar también hacia canales digitales, ofrecer bienes y servicios en plataformas virtuales, así como brindar mejores experiencias a los clientes; agregar más valor a lo que hago para diferenciarme de la competencia, o el consumidor con sus súper poderes podrá cambiarme por otro producto con solo un clic.
La industria se está transformando, cada vez vemos más empresas tratando de volverse esbeltas para responder mejor a las necesidades del mercado, y es que por más grandes que sean cada vez les cuesta más trabajo adaptar una línea de producción para generar opciones ante las exigencias del “super consumidor”, en su lugar están tercerizando estas actividades. Aquí se abre una ventana de oportunidad para las MyPYMES, ser proveedores de estas grandes industrias que para sobrevivir deben ser más esbeltas, preocuparse por generar más valor y dejar que otros les desarrollen aspectos técnicos que de otra forma les sería insostenible fabricar por sí mismos. Es recomendable que estas MyPYMES, futuras proveedoras de grandes corporaciones, se apoyen de medios como el factoraje para cuidar su flujo de efectivo y poder dar respuesta a esta mega tendencia.
“El futuro del trabajo”. El trabajo como se entendía anteriormente ha cambiado, hoy la población joven tiene muchas menos oportunidades de pasar años enteros trabajando para una empresa, cada vez los esquemas de contratación cambian hacia el outsourcing o la prestación de servicios profesionales, por lo que el freelance se ha vuelto la práctica más frecuente, gente que se auto emplea y sale al mercado a ofrecer bienes o servicios. Esto abre la puerta a la democratización de la tecnología, donde encontramos espacios de innovación o de fabricación digital , diseños libres, patentes liberadas, todo tipo de tutoriales, plataformas virtuales para home office, software libre o distintas herramientas que hoy se liberan para que las personas tengan acceso a la tecnología y puedan innovar a partir de esto, lo cual permitirá que los freelance puedan ser su propio generador de ingresos y no solo esto sino brindar oportunidades laborales a otras personas, que a través de esta democratización tecnológica puedan ofrecer soluciones al mercado como unidad económica productiva.
Otra mega tendencia que está condicionando la manera como se comercializan bienes y servicios es el rediseño del consumidor. Nos plantea que los usuarios buscan productos con los tres factores de éxito del siglo XXI: “hacerlo relevante”, “hacerlo fácil” y “hacerlo atractivo”, de tal forma que el nuevo diseño debe generar impacto, ser lo suficientemente relevante para que el cliente se moleste en probarlo, debe ser fácil de usar, pues entre más complejo menos atrayente, y por último, el diseño debe ser visualmente atractivo, no solo ser bueno sino parecer bueno, si los productos que las empresas ofrecen están alineadas a estos tres factores de éxito es muy probable que tengan impacto en los consumidores, por el contrario si obviamos alguno, el un impacto es negativo.
A nivel sociedad también encontramos dos tendencias muy importantes en los próximos diez años, “regulación adaptativa”, y la “salud reinventada”; se centran en generar ecosistemas más integrados y amigables, más eficientes y regulados que antes. En el caso de la regulación adaptativa encontramos que los avances tecnológicos, tanto como los comerciales, en ocasiones van tan rápido que empiezan a aparecer regulaciones hacia distintas prácticas, lo hemos visto con plataformas como Uber o Airbnb, lo cual abre otra ventana de oportunidad para ofrecer servicios de certificación en los que se diseña un modelo de negocio centrado en capacitar o preparar a otros para poder cumplir o aprobar las regulaciones pertinentes. En el caso de la salud reinventada encontramos que los consumidores empiezan a mirar la salud más como un servicio preventivo, en el que ya no únicamente recurren al médico cuando están enfermos si no a distintos productos para cuidar la salud, así como actividades deportivas, de meditación o de salud mental que les permiten combatir el mayor mal de estos tiempos, el estrés.
Así surge una modalidad llamada turismo médico en el que las personas viajan entre ciudades para atenderse médicamente con expertos y en ese traslado generan demanda económica en otros sectores, las tele consultas empiezan a ser una alternativa para dinamizar la atención a pacientes en todo el mundo, y a través de la tecnología 5G se podrá hacer de forma eficiente con el intercambio de información en tiempo real.
Por último, pero no menos importante, nos encontramos con la “comida a la medida”, la creciente aparición de alergias en nuevas generaciones, la batalla que existe entre detractores de los productos derivados de la carne y quienes los defienden, así como la aparición de tendencias de consumo vegano o de súper alimentos, ha hecho que las personas demanden productos alimenticios específicos para resolver necesidades a la medida en cuestión de salud, confort, placer o convicción. Por eso, las unidades de negocio enfocadas en productos alimenticios deben estar atentas a alternativas como los súper alimentos, productos liofilizados, deshidratados, empaques innovadores, así como presentaciones que permitan simplificar el uso y consumo.
El mundo del mañana está ocurriendo hoy, nuevos paradigmas se comienzan a establecer y los viejos comienzan a borrarse, la innovación tecnológica se plantea como el camino más adecuado para abrazar esta nueva era, en la que la vigilancia de tendencias debe estar a la orden del día y como empresa o individuos nunca más debemos pensar que lo que alguna vez funcionó lo hará siempre.
Ahora bien, si partimos de la premisa de que lo único constante es el cambio, como empresas debemos entender la complejidad de este fenómeno y adaptarnos a las épocas venideras, las megatendencias nos dan un panorama de lo que debemos hacer y cómo enfocar los esfuerzos para la permanencia en el mercado y el logro de los objetivos corporativos. Aunque se plantea que este escenario verá su punto más alto en el largo plazo, la pandemia generada por el COVID 19 aceleró estos procesos, acercando el futuro al día de hoy y trajo consigo la necesidad de adaptación de todos los actores de la sociedad, por mencionar un ejemplo, al menos en México la adopción de los canales de venta en línea se redujo en unos dos años, es decir, el total de empresas que se esperaba estarían vendiendo en línea dentro de dos años, eligió este canal como una medida de supervivencia ante la crisis.
En resumen, si logramos que nuestro negocio se adapte a alguna megatendencia, tendremos el aval de estudios científicos de lo que depara el futuro, al menos en temas de negocios. Este concepto se puede expresar con un ejemplo estadístico muy simple, cuando tenemos una línea de tendencia entre dos variables, la dispersión de los elementos puede estar arriba o debajo de la línea, pero nunca en un plano demasiado lejano. Claro ejemplo son las encuestas de salida en las elecciones de nuestro país: después del conteo de al menos un 50% de las casillas, esa tendencia se vuelve prácticamente irreversible. Sucede igual en los negocios, por ejemplo, cuando un segmento de la población decide adoptar un nuevo hábito, la mayor parte termina haciéndolo en el mediano plazo, como el caso del crossfit, alimentos libres de gluten, dietas vegetarianas o veganas, etcétera.
Si observamos a nuestro alrededor fácilmente nos daremos cuenta de que la adopción de modas o hábitos de consumo siguen una tendencia, con adoptadores tempranos y tardíos, pero la regla de la dispersión se cumple, unos por arriba y otros por debajo de la pendiente de tendencia, es un ejercicio simple y que se puede llevar a cabo de manera empírica.
Al día de hoy, no existe una receta para el éxito, que nos asegure ganancias en determinado periodo, pero sí hay herramientas que nos ayudan a direccionar nuestros esfuerzos para obtener resultados alentadores atendiendo necesidades identificadas dentro del mercado. Por eso es de gran valor adoptarlas al momento de emprender o adaptarnos al cambio que estamos viviendo.
AUTOR:
Mtro. Francisco Gamaliel Espinoza Castro
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